¿Por qué debo hacer las conciliaciones bancarias?
La conciliación bancaria es para muchas personas, sin importar la profesión, oficio o actividad, considerada como un ejercicio de control del uso de dinero en las actividades cotidianas.
El proceso es sencillo, resulta ser comparar las operaciones de entradas y salidas de dinero del estado de cuenta bancaria vs los registros en los auxiliares bancarios o caja. Producto de esta comparación, se pueden detectar operaciones que no están registradas en los auxiliares (Devoluciones, comisiones bancarias, depósitos o transferencias no identificadas) u operaciones que se encuentren en tránsito en los registros en los estados de cuentas (Cheques emitidos, pero no cobrados, transferencias no ejecutas a la fecha de cierre).
Y aquí sale a la luz la pregunta: ¿En qué me ayuda realizar las conciliaciones bancarias en mi organización?, y la respuesta se podrá describir desde los siguientes enfoques:
- Control interno: Según las políticas y procedimientos descritos en el sistema de control interno de la empresa, ayuda a evitar errores u omisiones de registros.
- Flujo de caja: Ayuda a determinar la aplicación correcta y exacta de los egresos del efectivo, así como de los ingresos propios de la actividad económica de la empresa.
- Tesorería: Se determina exactamente la disponibilidad del efectivo a una fecha determinada, y así proceder a cumplir con sus obligaciones antes terceros (Empleados, Proveedores de bienes y servicios, Fisco, Litigios o Demandas, Préstamos bancarios).
El formato utilizado para realizar las conciliaciones bancarias y su frecuencia, dependerán de las necesidades de la empresa.
La práctica recurrente de las conciliaciones bancarias, también ayuda a tomar decisiones oportunas y acertadas antes políticas monetarias impuestas por el gobierno local, antes situaciones de devaluación continua o de inflación.